El Municipio de Alvaiázere está geográficamente situado en el centro del país, en una zona comprendida, de acuerdo con el Reverendo Padre Jacinto Nunes en su obra “Alvaiázere, parte do meu contributo para a sua monografia”, entre el Vale do Nabão y los Valles de "Tomar” y “Barquinha”, [que] pasando por “Cabaços”, donde se encuentran, pasan por “Pontão” y “Penela” y van hacia “Coimbra”. Esta zona se basa, casi en su totalidad, en una cadena montañosa que se extiende de Sur a Norte, y tiene como punto más alto su sierra “la Sierra de Alvaiázere”, con 618 metros de altitud.
Alvaiázere, según la misma fuente, se convirtió en pasaje obligatorio para "todos los pueblos venidos de Europa, presionados por la necesidad de expandirse, en busca de mejores condiciones de vida." Esta zona, entonces, "es una tierra que ha tenido el privilegio de estar en la ruta en que vierten todos los movimientos humanos y migratorios del continente Europeo".
La historia de la parroquia de Pussos, por su vez, viene envuelta en el fino velo que crea el devenir del tiempo alrededor de la historia de los pueblos y que dificulta la perspectiva diacrónica que se pretende crear. Aunque es difícil identificar el momento de la creación de esta parroquia, el reverendo Padre Jacinto Nunes ha desarrollado un trabajo de investigación sobre la misma que ha compilado en un texto publicado en el libro “Percursos”, impreso por el Grupo Folclórico de la parroquia de Pussos en el año de 2005, a partir de la cual se elabora esta reseña histórica.
Así, según el autor, se sabe que el territorio administrativo de esta parroquia ha sido donado "por el Orden del Templo en 1231 a María Pires, viuda de Esteban Pires Spinel, con la condición de que, al morir, debería volverlo al Convento de Tomar." Esta condición permitirá, entonces, que este terreno siguiese integrando las" grandes posesiones de los Templarios, (...) los caballeros militares que tenían como objetivo, la oración militar y la lucha contra los infieles".
Este Orden desapareció en 1308 y se transformó en Orden de Cristo, con sede en Tomar, en 1319. Debido a la amplitud de sus territorios, "D. Dinis, como Gran Maestro del Orden, decide dividir, en 1321, el territorio en parcelas a las que llaman “Comandas". En total 84, repartidas por todo el territorio nacional y dirigidas por un Fraile Caballero, que pasa a identificarse como Comendador.
Nació, entonces, "esta parroquia, rodeada de marcos debidamente identificados que aún hasta hoy, en su mayoría se conservan." Este territorio era, por lo tanto, administrado por un Comendador, siendo las distintas parcelas de terreno utilizadas por muchos alquiladores agricultores con responsabilidades materiales, civiles y religiosas específicas.
Considerando "su importancia, D. Manuel, le atribuye una carta foral, en el 15/06/1514, en los llamados Forales Nuevos de “Beira”, que le da el derecho a tener justicia propia, con jueces propios y personal administrativo. "Esta parroquia, se convierte así en Municipio, siendo regida por un código administrativo propio - su Foral.
Inicialmente, el municipio tiene su sede en el lugar de “Pussos”, localidad transformada en pueblo bajo Foral dado por "D. Manuel y más tarde se traslada de su sede para “Vila Nova de Pussos", donde permanece hasta la extinción de las órdenes religiosas, por decreto de 08/13/1832.
"El sentido de 1527, ordenado por D. Juan III a Jorge Fernandes [Secretario de Cancillería de la Provincia de “Extremadura”], que lo ha realizado los días 3 y 4 de octubre, y que dice el siguiente: Este pueblo de Pussos, tiene una sola vivienda (vecina), en el cuerpo del pueblo, porque solo hay ahí unas pocas casas de la Comanda, y la Casa del Municipio y la Ermita de Nuestra Señora, con las siguientes localidades respectivas y el número de viviendas; los “Pinhanços” la Iglesia con el rocío - 11. “Aldeia da Aveleira” – 8. “Casais da Mata”, “Carvalhais”, “Aveleira” y “Almeida” – 11. “Casal da Piedade” , “Farroeira” y “Terras” – 21. “Venda da Lousã”, con “Loureira”, “Vale do Oivado”, “Santa Clara” y “Castelo” – 22. “Caparota” y “Casais” – 5. Somando todos 79 viviendas" (vecinas). Aunque en este documento escrito por Jorge Fernandes donde se puede leer que este pueblo "que tiene del Maestro de Cristo (...) parte del pueblo de Alvaiázere y Arega y Maçãs de Doña María.”
Según María Isabel Correa (autora de la obra “Contos”, de 1924, en un regreso a su infancia) las invasiones de la Península y la Guerra Civil se hicieron sentir también en esta parroquia. Por cierto, la autora explica que los franceses en su "familia mataron catorce personas," por lo que gran parte de la población adulta ", ha huido para “Loureira” y por allí y se ocultaban en algunas lapas, curtiendo el hambre y frío y todas las inclemencias. En casa, habían puesto en la pared sus haberes". Su "bisabuela, como se recusaba a decir el paradero de su marido, le dieron catorce golpes de cuchillo y no murió".
Los registros del Reverendo Padre Jacinto Nunes confirman estas informaciones especificando que las luchas partidistas de los finales del siglo XIX llevaron a muchas renovaciones civiles, creando incluso el Municipio de “Cabaços”, que tiene vida de 1832 hasta 1836, fecha en la que ha sido extinto. Hay registros en atas y asientos parroquiales (fechados de 1896), que confirman que la Parroquia de Pussos ha integrado el municipio de “Ferreira Zêzere”. Este hecho pone de manifiesto los sucesivos cambios a los cuales el territorio estuve sometido y que atestan las alteraciones administrativas vividas en Portugal en esta época.
Teniendo en cuenta la división administrativa actual, este territorio hace parte del municipio de “Alvaiázere” y de “Terras de Sicó” e incluye "en su conjunto, terrenos fértiles, adecuados para algunos cultivos, como el vino, los cereales, la cereza, la castaña, el “chícharo” (leguminosa de la familia de las habas) y el aceite. No tiene llanuras, ni grandes terrenos de regadío, esta basada encima de terrenos inclinados con algunas colinas, de piedra, y rocas calcáreas del Jurásico.
Para disfrutar [en la parroquia] su Iglesia, con buenas pinturas al óleo y azulejos artísticos a la manera del siglo XVIII, con su atrio, que constituye un lugar más agradable como punto de vista "desde el cual se puede disfrutar del vasto horizonte que se encuentra el oeste.
Esta importante parroquia del municipio de Alvaiázere presenta una enorme riqueza cultural y etnográfica, característica de un pueblo que siempre se dio, de forma tan sencilla, al trabajo de la tierra y que supe mantener vivas las antiguas tradiciones que se han transmitido de generación en generación. Muchas de estas tradiciones se vinculan a actividades sencillas del cotidiano y los oficios de un pueblo que ha basado su economía en una agricultura de subsistencia.
Este trabajo de la tierra y las tareas de cada día surgen fuertemente asociadas con la religiosidad de este pueblo sencillo que ha estado siempre muy unido a la iglesia. Existen numerosas tradiciones religiosas que determinan la identidad del pueblo y por lo tanto sacralizaron los rituales asociados a la práctica de la religión, junto con otras prácticas impías también fuertemente asociadas a esta gente. Se encuentra en la sabiduría popular de los ancianos de la parroquia de Pussos y en general del municipio de Alvaiázere, entonces, un patrimonio intangible de valor unívoco en términos de oraciones, creencias, oraciones y bendecidas que siempre han revelado ser una ayuda y consuelo en los momentos de mayor dificultad. El calendario religioso ha determinado, a lo largo de los siglos, las tareas del campo, las pausas que interrumpían la labor de las tierras e imponían ciertos momentos en las tareas domesticas, en los colores de las ropas usadas y en los momentos de diversión.
A pesar de ser de un pueblo marcado por la homogeneidad y por las peculiaridades idiosincrásicas del territorio, todavía permiten notar ciertas influencias del contacto con otras regiones. Como ha ocurrido en otras partes del país, también la Parroquia de Pussos, acusa, en sus tradiciones y patrimonio etnográfico, influencias derivadas de los movimientos migratorios a lo largo del tiempo o por un corto período que dieron lugar a la importación de nuevas tendencias y realidades.
En este sentido no podemos dejar de mencionar las centenas de habitantes de Alvaiázere que, anualmente se trasladaron a otras partes del país en busca de trabajo, que les permitía equilibrar el presupuesto familiar, especialmente para la poda y la cosecha en los campos de “Ribatejo”, “Alentejo” y en “Beira Alta”. Estos movimientos de mayor escala justifican que actualmente reconocemos como nuestras muchas músicas que, durante décadas, fueran traídas por estas incursiones por el territorio. Aunque, en términos de folklore, integramos la “Alta Extremadura”, la verdad es que parecen ser muchas las músicas en las que se reconoce, por ejemplo, influencias de “Ribatejo”.
La Parroquia de Pussos se asume, entonces, como un mosaico en el que cada pieza destaca la historia y la evolución de las personas que lo habitan.